La relación del dólar con el euro parece estar llegando a una zona de equilibrio mientras que se pronostica que el real se debilitará.
Los inversores que tienen en sus alforjas títulos argentinos, tanto públicos como privados, volvieron a sonreír pletóricos esta semana, redondeando un mes de julio que ya se está transformando en una especie de jubileo. La euforia tiene que ver con un elemento clave: los planes de estímulo que están sembrando los gobiernos centrales (tanto Europa, como Estados Unidos y Japón) van multiplicando las ganancias de las empresas privadas y ese dinero busca un nuevo destino. La cuestión es que, como esas utilidades no se transforman en creación de empleo, muchos tenedores de fondos resuelven salir de los mercados denominados desarrollados y buscar ganancias extra en mercados emergentes, fundamentalmente los que producen materias primas, como la Argentina. De ese modo, los títulos públicos argentinos, que venían hasta hace unos meses con las cotizaciones contado muy golpeadas, están redondeando un rush alcista de proporciones: en términos promedio, los bonos locales subieron esta semana nada menos que 1,8%, con avances de hasta el 8% en algunos casos. Ese aumento determina que los bonos argentinos acumulen en julio un alza promedio de casi 5%, y las tasas a vencimiento que ofrecen estos papeles se siguen achicando de manera considerable: se prometía 11% anual en dólares y ahora esa tasa ronda el 8%, y en pesos la renta futura bajó de 25 a 20% anual. La gran cuestión es que el riesgo país de la Argentina cotizaba a 850 puntos hace dos meses, y en este momento parece estar buscando la zona de 700 puntos, todavía muy lejos de los 200 puntos que muestran países vecinos como Brasil y Uruguay. El movimiento internacional de dinero que está en la búsqueda de utilidades mayores también le dio su bendición a las Bolsas de todas partes. En el balance semanal la Bolsa de San Pablo fue la que mostró mayor impulso, son una suba del 5,5%, seguida por Buenos Aires con un aumento del 3,4%, México 2,9%, Wall Street 2,5% y Frankfurt 1,7%. Con estos resultados, se consolida para las acciones un mes de julio ciertamente ideal: la Bolsa de Buenos Aires es la que más sube, con un avance del 8%, San Pablo mejora 7,8%, Wall Street 6%, México 5% y Frankfurt 3%. ¿Cuál es el foco de todo este movimiento? Las empresas del denominado Primer Mundo ganan dinero gracias a los estímulos repartidos por los gobiernos. Pero como esas ganancias no se están convirtiendo en mayores empleos, muchos inversores estiman que los estímulos serán retirados tarde o temprano y que esas utilidades pueden ser de patas cortas. Resultado: resuelven buscar ganancias en otra parte. Como los bonos de Estados Unidos, Alemania o Japón prometen tasas futuras del 1 o 2% anual, y debido a que los países productores de materias primas no muestran posibilidades de default a corto plazo, el movimiento es comprar bonos y acciones de esos mercados, a la espera de nuevos horizontes. Con eso, hay ingreso de dólares en países como Brasil y la Argentina, con los bancos centrales de los dos principales socios del Mercosur obligados a comprar divisas para evitar que la cotización del peso y el real tenga algún tipo de revaluación. Además, muchos analistas se manifestaron sorprendidos esta semana, ya que el Gobierno argentino está mostrando, nuevamente, condiciones de superávit fiscal con algún tipo de decisiones un poco mas cautas a nivel gasto, y eso anticipa, tanto en Brasil como en la Argentina, que el movimiento inflacionario puede empezar a ser tomado en serio. Ante ese escenario, los analistas miran las perspectivas de inversión.
Por Luis Varela para El Economista Digital
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